Quién me diría a mí que a las 5 de la madrugada estaría escribiendo esta 1ª entrada del mes de Agosto, que no está siendo menos caluroso que el pasado Julio.
Este dichoso calor más parecido a un asador de pollos en alguna de las ferias que ahora se encuentra en vigencia en muchos de nuestros pueblos de la piel de toro.
Donde quedó el venévolo sol que calienta los angostos huesos,acariciando la piel con suavidad, produciendo placer en nuestro corazón. Todo un conductor de radiación calórica a un mundo interior de tranquilidad y paz con pinceladas viajeras entre adormecidos ojos. Los mismos que me llevan de viaje al pasado volando entre la arrugada tela en la que estoy posada, convertida al instante en alfombra mágica. Me voy a una pirámide viendo una ofrenda al,
DIOS RA ( REY SOL EGIPCIO) que proporcionaba la luz y el calor necesario para mantener vivos a las plantas y los animales y que contenía el cielo, el agua, el aire y la tierra. Siendo el Dios de Dioses para los Egipcios.
¿En que lugar de mi te encuentras tú?, querido mío, mientras que el sueño viene a mí me pongo a urgar en mis pensamientos. Ellos que vienen y van mientras arrugo las sábanas y ellas en venganza se marcan en mi piel, que extraño trozo de algodón hilado que se empeña en enredarse en mis piernas y atarme a la cama sin piedad.
¿Que brota de mi y se escurre lentamente recorriendose por doquier todo mi desnudo cuerpo?. Esta agua salina que se siente con la libertad de emigrar de este maltrecho paradero en busca de su propio destino, deslizándose por mi frente, humedeciendo mi pelo, mojandome en un "si pero no" y que cae en el pozo de mi ombligo. Me alienta el frescor que se produce por momentos cuando la aspas de este "dador de vida" convertido en ventilador me brinda la oportunidad de una bocanda de aire chocando contra este sudor. Dichosos momentos de sensación de frescor, pero el mismo en otras, me castiga. ¿Porque me castigas?. Tú que te escapaste de mí buscando tu libertad. Que significa esta estrategia tuya, produciendo este pegamento corporeo mezclado en sal. Yo te creé, nunca lo olvides y te concedí lo que más ansias, no me des desdichas, no me tengas rencor, yo tu creadora, causando esta incomoda sensación. Dadme el placer de seguir surcando en mí recorriéndome entera, que yo te sentiré por las fibras de mi piel y las terminaciones nerviosas. Te convertirás en volátil gas cuando el calor de mi cuerpo y el frío de aire te evaporice. Cogiendo este medio de transporte para alejarte eternamente para surcar nuevos rumbos.
Dejame ese recuerdo tuyo y mío. Dime adiós así. Que con los fina piel de mis labios te besaré. ¿ Que camino buscas?. ¿Que destino persigues?. Esta agua salina que con tanta mesura me abandona con la única premisa de buscarse la vida lejos de mí. La misma que provoca pequeños arroyuelos marcando surcos hasta que desaparecer.
Que ir y venir de aquí y allí, una vuelta y otra vuelta más mientras a lo lejos en la oscuridad se escucha el despertador, susurrándome en un idioma que no estudié y comprendo a la perfección.
¡¡No me digas más que pronto amanecerá!!, ¡¡no me digas más que se va la noche y que viene el día!!, te piedad de estos ojos tan cansados. Que los párpados ya no aguantan más y se ven vencidos por el poder del sueño que viene y va como las olas en el mar. Llevamé lejos, llevamé alto y dejame volar hacia tí.
¿Que diría el Dios SOL Inca de la capa de ozono si la viera hundiendo su reinado por culpa de nuestra mala cabeza?. Que ofrendas tan magestuosas tendríamos que entregar para que nos rescindiese este castigo.
Que curioso nombre fuiste a utiliar de pseudónimo Luis XIV Rey de Francia y Navarra, "
Rey Sol". No creo que lo utilizaras ahora si volvieras a vivir, más bien te hubieras vengado de haber podido, por ser el principal culpable de tu muerte. Quién te lo iba a decir a ti, tan glorioso estratega militar, instructor de cultura construyendote para ti uno de los más hermosos palacios al final del Loria que se hayan vuelto a construir.
Nuestros ancestros ya por el siglo XVIII y comienzos del XIX, imaginaban que todos los cuerpos contenían un fluido invisible al cual llamaron calórico. Al calórico se le asigno un variedad de propiedades, algunas que probaron ser inconsistentes con la naturaleza. Pero su más importante propiedad era que fluía de cuerpos calientes a fríos. Era una manera útil de pensar acerca del calor. Y mientras el mundo gira, llegó el día, sí. Otro día sin dormir.
