Hace unas semanas mi amiga LOLI nos comunicó su intención de casarse contra ATA. No es que sea un caso normal, tan idílica pareja, se conoció en las terroríficas aguas de los mares del sur del caribe entre cañones, velas y olores embriagantes...
Pero ella, está decidida a dar el paso. El paso la miró raro y acertó a preguntar: - ¿Pero… Para qué? ¿Estás loca? ¿Te lo has pensado bien?...¡¡Tú verás!!-. Sus catorce mejores amigas, entre las que se incluye JULIA, una superabuela del siglo XXI, que junto con nuestra LOLA, ya son dos. No pudimos hacer otra cosa que prepararle una despedida de soltera a la altura de las circunstancias. La despedida de soltera estaba alborozada y le dió palmaditas en la cabeza al Empire State.
Tras cientos de intercambios de e-mails, llamadas y gestiones varias, llegó el día D. Todas las amigas quedamos en casa de LOLI y comenzamos los preparativos de la noche. Sólo faltaba el vestido que la pobre víctima iba a tener que llevar el resto de la velada, por todo el mundo bloguero. El problema era, que su vestido de vampiresa medieval, iba en el coche de MARIA. Y MARIA estaba viviendo una experiencia extra sensorial, ya sabéis, que en ella, estas cosas son normales, suele habitar sonriendo siempre, encima del arco Iris, más allá de la estratosfera...
El caso es que, MARIA había cogido su súper cochazo de quince años. Un Golf que casi había hecho la carrera de derecho, con ella... ¡¡Se adoraban!!. Eran inseparables y entrañables. Cuando cogió la M-40 oyó un pitido alarmante procedente del salpicadero a la vez que se encendía el piloto del aceite. MARIA dijo -¿Quieres decirme algo? el coche ronroneó. Ella dijo -¡¡Yo también te quiero!! ¡Qué sincronía!!, porque justo en ese momento, el coche se paró en seco, en el arcén. El siguiente pensamiento rozó cotas insospechadas de comunicación extrasensorial... -¡¡Ahora, no por Dios!!, ¡¡Ahora no te me mueras!!-. Pero él ya no respondió. La desolación invadió a MARIA. La conclusión y la situación era clara...¡¡Dios, justo ahora, noooo!!! ¡¡No me dejes aquí tirada como una colillaaaaa!!-. Desesperada, sacó el móvil, que nunca lleva. Y cuando lo lleva, no lo usa y si lo quiere usar, no sabe como. Pero, comunicó su situación a LOLI inmediatamente, porque hoy, era un día fuera de lo normal. Lo que tenía que salir mal, salía bien...Y al contrario.
LOLI decidida como era, afrontó la situación. Nos Llamó a PERINDOLIA, ESENCIAL, VERO, LOLA, también a IRIS, una amiga y vecina de su urbanización y a mi. Junto a ellas estableció un plan de emergencia. Básicamente cogió su coche, e IRIS salió pitando a su casa a coger el suyo, de ahí nos acercamos a una gasolinera a comprar aceite y en una suerte de carrera contra el tiempo, la seguridad y la cordura, llegamos al encuentro de MARIA. El coche de MARIA, que parecía muerto, al olor del aceite revivió, se bebió el litro de aceite con ansiedad e incluso, relamió los bordes al final. De esta manera MARIA pudo llegar a casa de LOLI en su querido Golf, no sin antes besuquearlo por todo el capó...
Después, tiró de agenda, sección súper heroínas y telefoneó a MARINA, BB, NOVI, PANTERA y KIM.
En esto que, LOLI, una vez arriba, con tanto estrés, se desplomó en el sofá resoplando....
-Necesito algo fuerte y no me refiero a hacer pesas, ni a pasarme por la oficina del paro- dijo...Le servimos rápidamente, un ron añejo, bien generoso. Nosotras, sin embargo no estábamos para perder el tiempo. Y medio a rastras, procedimos a vestirla . Después de una media hora de lucha sin cuartel, nuestra mártir apareció encajada en un descotado traje de vampiresa medieval, que resaltaba sus encantos. Le hicimos rápidamente la raya del ojos y unos labios de color rojo chillón. Todo muy discreto si el color rojo no se hubiera dedicado a gritar cosas soeces a todo el que le salía a nuestro encuentro. Las demás también íbamos muy monas. PANTERA, de policía, NOVI de Catwoman, EVA (La anónima amiga de MARIA, que le regaló el blog ) andaluza vestida de faralaes. KIM, de guerrera imponente, ESENCIAL de vampiresa romántica. JULIA de bruja explosiva. BB de Hawaiana. PEREIDOLIA y LOLA de bailarinas exóticas coordinadas con VERO, que iba de fallera. MARINA, con su habitual fantasía, decidió vestirse de dibu "piratilla". Yo, ya sabéis, soy MARILIN, así es que está claro, de la Monroe. La única que no tuvo tiempo de disfrazarse fue MARIA, que se pasó toda la tarde haciéndole arrumacos a su GOLF y cuando quiso darse cuenta, se le voló el tiempo. Pensamos colocarnos unas plumas rojas en la cabeza, pero nos pareció excesivo, teniendo en cuenta cómo íbamos de discretas.
Tras varios regalos entrañables, algunos incluso, subidos de tono, le tocó el turno a nuestra bióloga, VERO. Se descolgó con unas tomateras a punto de recolección y un naranjo. Todo vivo. – Esto lo pones en el alféizar de la ventana y en un par de días recoges los tomates – Explicó – Las naranjas necesitarán un poco más -. Ante el estupor de BB, MARINA, EVA, NOVI y PANTERA, la colega fue llevando a cabo lo que estaba contando, y en dos segundos nos habíamos quedado sin paisaje en la habitación, trasladándolo todo al alféizar de la ventana.
Después de varias copas, demasiadas, diría yo, decidimos que era hora de llamar a los taxis y salir hacia nuestra primera parada. Bajamos todas en tropel la escalera y cuando llegamos abajo nos encontramos al conserje de la casa en estado de shock. Alzó los ojos, se dio de bruces con nuestro atuendo, y alcanzó a musitar un tanto confuso - Es que me ha caído una planta -. Ninguna dijimos nada pero todas pensamos - ¡¡Ostras, el naranjo!! -. VERO puso cara de horror debajo de su traje de fallera y pretextando un olvido de última hora se volvió a casa de LOLI, para comprobar que efectivamente, allí no estaba el naranjo. La acompañamos KIM, BB, EVA, JULIA, LOLA y yo, decidiendo entre todas arreglar el desaguisado. Entramos en el cuarto de los niños, donde encontramos una cadenas con candado ( a saber para que tendría allí eso...) y amarramos bien fuerte el resto del huerto asesino. Allí sigue desde entonces, sin causar más víctimas.
Sin más contratiempos llegamos al restaurante. LOLA, desde que se nos había puesto su atuendo de bailarina exótica, presentaba grandes cambios y sorprendentes peculiaridades. Entre otras, un punto ninfomaníaco que dejó bien patente enseguida y sin esperar a los postres. Algo empezamos a sospechar cuando entró el Maitre, y le comunicó que una ambulancia acababa de llevarse en estado catatónico a dos cocineros y tres camareros. Cuando MARINA pudo encontrar el trozo de chocolate que se le había caído al suelo de la impresión, ya sabéis como le gusta, sobre todo si se lo da MUYSRMIO, comenzó a sopesar la posibilidad de presentársela a su hermano, un solterón impenitente.
Puesto que LOLA, no parecía hacerle ascos a nada… ni a nadie. Luego cambió de parecer y sopesó la manera de matarla, cuando la vio intentando entrarle a otro pobre camarero, que desde ese momento no quiso salir de debajo de la mesa.
Y llegó el plato fuerte de la cena. De un pastel enorme, salió un mulato tipo armario tamaño 4×4 que hizo las delicias de las comensales y en particular de LOLI. Era el tío, especialista en la ejecución de bailes no diríamos eróticos, sino directamente guarros. Pero LOLI, que se adapta a todo, le siguió el rollo con una sonrisa de oreja a oreja y colorada como un tomate. El mulato comenzó a coger carrerilla y la pobre LOLI, pidió ayuda para zafarse, momento en el que BB, JULIA y EVA casi le arañan.
En esto que llegaron otros siete maromazos, con las mismas o peores intenciones, y aquello se convirtió en la Guerra de Corea. Eché en falta el barro.
En medio del desmadre, NOVI se arrancó con un estreeptis y LOLI acompañándola en el escenario, cantó a pleno pulmón todo el repertorio de Malú. Definitivamente esa fue la noche de LOLI. Aunque la que también triunfó fue NOVI, a quien el dueño del restaurante quiso contratarla. Todas salimos despelujadas y achuchadas, pero más felices que unas pascuas. Hasta el camarero, que se escondía debajo de la mesa, se fue con un par de labios marcados en la mejilla, un número de teléfono en el bolsillo. Esto tranquilizó sobremanera a MARINA que desistió de pensar en maneras de asesinar a LOLA y volvió a planificar estrategias de acercamiento para su hermano. Sin embargo un pensamiento hizo eco en su cerebro - ¿Pero qué me ha hecho a mí mi hermano? – Y cejó en su empeño.
Decidimos salir del local y continuar la noche en un garito cercano. Doblamos la esquina y bajo la ventana de las cocinas del restaurante que acabábamos de abandonar nos salió al encuentro una plancha de hierro con un cabreo del quince que señalaba ostentosamente a LOLA y a PANTERA. La recogimos del suelo y la llevamos dentro de nuevo, ante el estupor del maitre, que fue a mirar si en cocinas faltaba algo más a parte de sus dos cocineros y tres camareros. Efectivamente, a la barbacoa le faltaba una plancha de hierro. Nosotras las miramos con cara de interrogación y ellas se hicieron las suecas.
- Huuuuuum. No sabemos , nada- Habrá salido volando - . Yo fijándome, en la cantidad de ropa interior que aparecía esparcida en la acera, dije - Entonces por esto, ya, ni preguntamos -. La noche mejoraba por momentos...
Eran ya altas horas de la madrugada cuando después de mucho desparrame, copas y ligoteo, decidimos volver a casa de LOLI y recuperarnos un poco antes de coger los coches y regresar, enseguida, nos quedamos fritas. Yo acompañé a IRIS, aunque poca ayuda podía esperar de mí, pues íbamos las dos en unas condiciones lamentables. A las pocas horas de sueño profundo un sol infernal comenzó a entrar por la ventana - ¡¡Dios, soy un vampiro!!. - Miré el reloj, calculé media hora para largarme de allí. Teníamos comida familiar en casa de otros amigos y yo me sentía la purria de la raza humana en esos momentos – Joder, ¿dónde he dejado el bolso? … ¡Coño, en el coche de MARIA! -. Ella estaba aun dormida, cogí las llaves del coche y me bajé a recuperar mis pertenencias. Cuando subí LOLI y MARIA se había despertado:
Yo - Te han dado un trompazo fino en el coche.
MARIA - Imposible. Si ayer lo metí en el garaje de LOLI...¿O quizá no? ¡¡Dios, ni me acuerdo!! ¡¡Llagamos tardísimo!!
Yo - Pues otras, me temo que ni llegaron y el que te dio, llegó aún más tarde… El Golf tenía las dos puertas del lado de la calzada completamente hundidas.
El culpable de tamaño desastre no había dejado ni teléfono. Y allí estábamos las tres, LOLI, MARIA y yo, esperando a la grúa y mirando la catástrofe a través de nuestras gafas de sol, único instrumento con el que se nos hacía soportable aguantar aquella luz del sol. Las tres, sentadas en el capó del automóvil de IRIS. En éstas estábamos, cuando bajó VERO que dirigiéndose a LOLI intentó una broma – Espero que esto no sea una mala señal para tu boda ¡¡Ja, ja!!.-
Y LOLI, mirándola de arriba abajo le dijo - Mira, mona, no te pases ni un pelo, o te coloco tu naranjo de peineta- Nos miramos todas...Y reventamos en estruendosa carcajada...El resto, es otra historia.