FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2009

Hoy en clase, mi profesor de Marketing me ha dicho que era un error el que yo cometía enviándoles un crisma navideño a mis clientes. Que lo innovador y moderno, favoreciendo las Nuevas Tecnologías era vía mail.

Que eso de enviar un crisma postal ya estaba pasado de moda y que era pérdida de dinero. Evidentemente yo le he dicho que respetaba su opinión, pero que a mi y como a muchas personas que conozco le gustan recibir en su casa esta felicitación en papel y físicamente. A pesar de que también la recibamos en numerosas y diferentes a través de mail y que también agradezca. Pero a mi gusto como lo auténtico ná' de ná'.

Cualquiera diría que ésto lo dice una persona que cree que casi todos los trámites administrativos entre muchas cosas más, se puede ya realizar por internet, y que gastamos papel en muchas ocasiones sin necesidad.

Me consta que és personal e instransferible, pero a mi me encanta cuando me llegan, incluidos los crismas de empresas que te recuerdan que deberias pasar para ir comprando regalos de Reyes.

Los pongo toditos incluso guardo los que más me gustan de un año para otro. Los pongo por todas partes, en los espejos, en el mueble, en los candelabros del aparador, donde pillo o más bien donde me permite él crisma que lo coloque sin caerse.

Con ésto quiero decir, que ya sea de forma vírtual o presencial, que lo que cuenta es que se acuerden de una, que aunque sea por cumplir en el trámite comercial, pero saben que existes y existir es gratamente agradable, saber que en un momento dado hubo una persona que paro su vida y centro su tiempo en dedicarte unos segundos del preciado tesoro que tenemos todos para dedicarte unas palabras. Desde luego es todo un regalo, porque la exclusividad que te asocia, es demasiado valiosa para no darle el valor que tiene.

Piensas, podría haber estado haciendo tantas cosas, pero tuvo que pensar que tenía que comprar un crisma para enviarmelo a mi, que se tuvo que parar a pensar que texto y como ponerlo para que quedara tan bonito como se pretendiera, luego rellenarlo y buscar mi dirección postal para finalmente escribir el sobre y volver a comprabar que la tarjeta navideña era la mía y no me enviaba la de otra persona. Para definitivamente comprar un sello e ir a correos o a un buzón para enviarlo.

Ese cumulo de pequeños momentos temporales si los juntásemos todos, nos sorprenderíamos del resultado, un resultado totalmente exclusivo a ti. Con que por mucho que me guste la informática, por muy contenta que estoy con mi profesor de Marketing, por mucho que cambie la vida, siempre habrá personas que le gustan regalar tiempo exclusivo a otra persona. Ya sea el motivo que persiga el que tenga que ser, pero fué para tí y para nadie más.

FELIZ NAVIDAD A TODOS MIS AMIG@S QUE ME LEEN Y CON LOS QUE COMPARTO UN POQUITO DE MI.